miércoles, 30 de diciembre de 2015

2015 Punto de Inflexión

2015 punto de inflexión

Un año que empezó con un cajón cargado de sueños. Aunque la intención era ir vaciando gradualmente ese cajón, lo que ha hecho ha sido crecer y crecer hasta tal punto que está a punto de explotar. Es necesario esta ocupación de sueños en mi cajón, ya que a corto plazo no los puedo realizar y este párrafo no será aquel en el que prometa, vagamente, que serán cumplidos en 2016 ya que sé que no será así sino que estos sueños, alguno de ellos al menos, se verán hechos realidad en 2017 si la vida me lo permite.
Diréis: “¿pensar en cosas que van a suceder de aquí a un periodo de 2 años no es arriesgado? En 2 años pueden pasar cantidad de cosas”. Lo es. Es arriesgado, pero ¿qué es la vida sin una pizca de riesgo? A lo largo de estas líneas os contaré cuales son mis planes futuros. De momento seguid leyendo tranquilamente que tengo mucho que contaros.
Lo del carpe diem, vivir el momento y el día a día está muy bien en la teoría, pero en la práctica me parece el mayor de los actos de hipocresía. Si eres una persona que ha conseguido dejar atrás el pasado es que aquello no fue importante para ti. Y cuando digo dejar atrás el pasado me refiero tanto a las cosas buenas como a las malas. Cuando un corazón se rompe, se aprende, cuando cometemos errores sabremos como subsanarlos la próxima vez; por eso dejar el pasado en el pasado no es una filosofía de personas fuertes. Al contrario, es una filosofía de vida para las personas débiles que no se ven capacitadas de pensar en todo aquello que les hizo mal. De la misma manera, si eres una persona que no piensa en el futuro, tu vida estará vacía. Lo que nos motiva a continuar en la vida son las metas, los sueños… Si no tenéis metas ni propósitos ¿cuál es el sentido de vuestras vidas? No me malinterpretéis, seguro que encontráis sentido por asuntos muy diferentes. Es solo que en mi cabeza es difícil mantener esa concepción.
Siempre he sido un niño muy soñador que andaba en las nubes. Citando uno de mis libros favoritos Fulminado por un Rayo de Chris Colfer (altamente recomendable) yo encajo a la perfección con la descripción de aquel niño sobre el que escribía Carson Phillips dentro de la novela: “Había una vez un niño que quería volar… Había una vez un niño que voló.” ¿Por qué se parece aquel niño a mí? Si me preguntan por mi infancia los tres recuerdos que más intensamente continúan dentro de mi cabeza son la visión de un niño que se subía a los brazos del sofá y se lanzaba pensando que podía volar como Peter Pan, un corte que me hice a los cinco años cuando se me ocurrió  la genial idea de intentar cortar queso (aunque esto no tiene repercusión, pero es anecdótico) y aquel niño que en la encimera de la mesa se tiraba en los brazos de su padre gritando “hasta el infinito y más allá”. Por aquel entonces, pensaba que volar era aquello, mantenerse en el aire cual pájaro y poder viajar a lugares inesperados con el tiempo me he dado cuenta que la capacidad de volar para las personas no es algo inalcanzable, pues no hay mejor vuelo que el de nuestros pensamientos a través del mundo. El Christopher de 5 años era aquel niño que quería volar. El Christopher de 21 es el que ha volado y ha descubierto un mundo completamente nuevo.
Si seguimos con mi infancia, yo era de aquellos niños que siempre inventaba historias con los muñecos. Os sorprendería ver las que armaba cuando juntaba a los playmobil, con figuras de pokémon, un juguete de Spiderman, sin dejar atrás a los Action-Man y las Barbies de mi hermana. Puede que esto suene aún más estúpido y raro (sobre todo raro) pero junto a mis juguetes tenía un trapo rojo que siempre solía ponerme en la cabeza. Era curioso encontrar al pequeño Chris con ese trapo rojo simulando el pelo de Ariel y cantando de memoria todas las canciones de la banda sonora de la Sirenita. Llevo escribiendo relatos e historia desde que tengo 17 y siempre pienso “me habría gustado empezar más pronto, como J.K. Rowling o Laura Gallego”. Pero si echamos la vista atrás, aunque esas historias no estén plasmadas en papel, eran historias. Cada día en la vida de Chris era una nueva aventura y aquella alfombra era su estudio de escritura. Como dato curioso, todos mis juguetes podían volar en las historias que creaba.
Muchas personas que conozco me dicen que soy una persona muy creativa. Es posible. Mi cabeza es capaz de crear historias hasta de los detalles más nimios. Nunca se sabe cuando un best-seller puede venir a tu cabeza. También acostumbro a hablar solo en voz alta, me despeja la mente. Es como el pensadero de Dumbledore en Harry Potter, con la salvedad de que yo no puedo sacar mis recuerdos para volver a verlos, y lástimamente algunos acaban desapareciendo.
Y pensaréis, ¿qué haces contándonos toda tu vida si ibas a hablar de 2015? He llamado a este escrito punto de inflexión, y si os cuento todo esto es porque ha sido este  año cuando me he dado cuenta de todo ello.
2015 ha sido un año en el que he reído, he llorado, he madurado (sobre todo esto), he conocido a personas alucinantes y he desconocido por completo a personas a las que creía conocer, he soñado, he escrito, he conseguido sanar mi corazón y me lo han vuelto a romper en mil pedazos, he vivido y lo he hecho sin importarme nada ni nadie más. Mi vida es mía y solo a mí me pertenece. Además, que al final del camino, al final del túnel, hay una luz y no sabremos si allí nos estará esperando alguien o no, pues la única persona de la que uno puede fiarse 100%, la única que sabes que va a seguir contigo hasta el final… Eres tú mismo.
La familia y los amigos son importantes, de lo más importante en nuestras vidas, pero igual que viene se puede ir y no te puedes permitir vivir a merced de los demás. Si sueñas, hazlo porque eres un soñador, si vives hazlo porque quieres vivir. Nunca se te ocurra hacer cosas para complacer a nadie porque en ese preciso momento, no estarás viviendo tu vida. Estarás viviendo la que otras personas quieren. Hemos tenido la suerte en nacer en las condiciones y la época en la que hemos nacido y cada persona es completamente libre. No dejes que te roben ese derecho.
Ni el mismísimo viento es capaz de frenar un alma tan inquieta como la mía. A pesar de que soy una persona muy calmada mis sueños son ahora mismo lo más grande que tengo. Aquí es donde entra otra de las cosas importantes de mi 2015, otra de esas que han supuesto un punto de inflexión. En 2014 una palabra quedaría grabada en mi piel para siempre Courage. Sabía que no era suficiente, por eso el 23 de junio de 2015 aparecería en mi muñeca su eterno compañero Strength coronado por un doble infinito. Aunque lo he explicado infinidad de veces, lo volveré a hacer en estas líneas. Valor y fuerza son los dos pilares principales sobre los que se asienta mi vida. Ambos necesarios, ambos vacíos sin el otro. Por eso era necesario tenerlos a los dos.  El doble infinito representa esta necesidad que uno tiene del otro, esa unión. Además, este símbolo  a su vez es una metáfora porque me gustaría, como ya adelantaba el joven Chris, llegar hasta el infinito y tocar las estrellas. Una vez allí quiero formar parte del cielo, de la galaxia, de la vía láctea. Sueños de ambición. No me gustaría ser una de esas 7 billones de personas que pasen por esta maravilla que es la existencia sin pena ni gloria. Cuando muera, me gustaría que mi nombre fuese recordado, por mis libros, mis historias, mis pensamientos… Quizá estoy pidiendo mucho. Algunos creeréis que es imposible, pero también he dicho infinidad de veces que imposible es mi palabra favorita ya que la imposibilidad está en aquello que nosotros hacemos imposible. Si nos lanzamos al vacío nada es imposible y si las posibilidades son de una entre un millón ¿por qué no ser esa una?
No voy a hablar de que en 2015 se hayan acabado mis dos series favoritas, Glee y Revenge y se haya estrenado la última película de Los Juegos del Hambre, pero al menos tenía que mencionarlo. ¡Me han dado momentos maravillosos!
Risas, llantos y madurez. Es lo que la vida nos tiene preparado a todos. Si todo fuera del color de rosa, sería carente de sentido. A mí al menos no me gustaría que todo fueran risas, los llantos son necesarios. La madurez también. El 23 de septiembre cumplí 21 años y ha llegado la hora de dejar de lado al niño inocente (no os preocupéis vive en mi corazón y siempre querrá volar como Peter Pan) y convertirse en un adulto. Ya no soy un adolescente cuya meta principal es agarrarse una borrachera cada fin de semana, de hecho hace tiempo que deje de ver la gracia a salir todos y cada uno de los fines de semana con ese propósito. Salir de vez en cuando está bien, disfrutar, reír, tomar algo con los colegas… Pero estar tranquilo en casa, con una manta y un libro, viendo una película o incluso trabajando, me parece mejor plan la mayoría de los días. He pasado el ecuador de mi carrera, aunque no sé en qué momento ha ocurrido eso porque el tiempo va demasiado rápido, en unos meses estaré haciendo mis primeras prácticas de empresa, sacándome el certificado de inglés y quizá trabajando. Hay tiempo para divertirse, sí. Pero también hay que pensar en el futuro. Leer un libro me puede ayudar, quedarme trabajando frente al ordenador también. Una noche entera de fiesta… pues una al mes está bien, más se me empieza a hacer excesivo. ¿Me he vuelto un viejoven? Puede, pero si en un par de años estoy ejerciendo de periodista, tengo mi estudio propio y escribo libros que se venden como churros entonces habré tomado el camino correcto. Porque no siempre el camino recto es el más directo.
Como antes he dicho mi vida es solo mía. De nadie más.
Me he dado cuenta que el mundo está movido por un simple interés. Las personas actúan movidas por esos intereses. Duele que solo se vea lo malo de los demás sin pararnos si quiera a pensar los buenos momentos, ya que esos son los que deben permanecer más fuertes en nuestras cabezas. Pero aprendes, a tomártelo con más calma, a no fiarte de ni tu propia sombre y te aseguras que el suelo no esté lleno de cristales antes de dar cada paso. Los cuchillos vuelen como una flecha y nunca sabes cuando el objetivo principal vas a ser tú.
Te das cuenta de muchas cosas, de que personas valen la pena y cuáles no. A quién sí y a quién no quieres en tu vida. Prefiero 5 amistades de verdad, que aquellos que se llevan “bien” con todo el mundo y por detrás no hacen más que darse puñaladas traperas a sangre fría. Y creedme, lo he visto con mis propios ojos. Llevar auriculares puede ayudar a escuchar conversaciones ajenas en ocasiones, porque piensan que no les escuchas pero no es así. Por si eso fuera poco, intento que nada se escape a mi atención y estar al tanto hasta del vuelo de las moscas como nos decía el que, hasta ahora, me ha parecido el mejor profesor que he tenido durante toda la carrera. Os sorprendería ver los gestos de asco que algunas personas ponen cuando habla su “amiga/o”. Secretos que me llevaré a la tumba porque como me tiren de la lengua podría expulsar más ponzoña que la resultante de mezclar a Dolores Umbridge y Lord Voldemort.
Y mientras desconoces a personas que creías conocer, vas conociendo a otras nuevas o reforzando las ya existentes. Tener una persona que siempre está detrás de ti, con la que hablas a diario y que el día que no es así sientes que te falta algo… No hay sentimiento mejor. Siempre he dicho que soy una persona muy fuerte pero porque soy muy quebrada. “Serás feliz” – me dijo la vida – “pero primero te haré fuerte”. Así que en ocasiones necesito mi refugio y sé que puedo encontrarlo en algunas personas. En este mundo de locos yo me siento incomprendido, pero sé que hay personas que se sienten de la misma manera. No estamos solos. Nos tenemos unos a otros. Tanto personas que he conocido en internet, como personas que están conmigo día a día.
Estudiando periodismo y amando Eurovisión se me ocurrió que podría intentar entrar a formar parte de alguna página web que se dedicase al festival. Fue entonces cuando encontré Eurofanweb.com. A pesar de que en dos meses hemos tenido nuestras idas y venidas, enfados, falta de comunicación y en ocasiones hemos sentido que todo se iba al garete, hemos conseguido sacarlo a flote con unas cifras alucinantes para una web nueva (más de 500 seguidores en twitter 3500 visitas en noviembre, 2800 en diciembre y una media de 100 por día). En ocasiones he pensado que me he equivocado, que el periodismo no es lo mío ya que no encuentro motivación alguna a narrar los sucesos del día, en ocasiones incluso ni me entero de cosas que han pasado en mi país por simple dejadez. Entonces me di cuenta de algo, para ser buen periodista no hace falta saber sobre sucesos, política o economía. El periodismo es una rama muy amplia que se puede especializar en muchas otras. ¿Por qué no algo que realmente me guste? La música, los libros y Eurovisión. Disfruto escribiendo artículos y columnas para eurofanweb, sonrío cada vez que trabajo para ellos. Ayer mismo dejé de estudiar un tiempo para preparar una entrevista para Salva Beltrán (cantante español). Si queréis ver mi sonrisa en mi cara, dejadme papel y boli o, en su defecto, un ordenador con un documento de Word en blanco. Por eso quiero agradecer a Sergio, Jose y Martita por aparecer en mi vida y que me dejen formar parte de las suyas.
Soñar y escribir son cosas que hago casi a diario así que no ha sido algo muy novedoso de este año. Aunque, mis escritos han mejorado notablemente y la re-escritura mi libro “My Sweet Lover” va viento en popa. Ya que la versión del blog está un poco escrita a pies puntillas y, si todo va bien, desaparecerá del mismo en unos meses. Además de esta, tengo otras 3 trilogías ya en mi cabeza que irán apareciendo con los años. Y espero que estéis ahí para leerlas.
Empecé 2015 aún recogiendo los retazos de un corazón roto. Apenas pude haberlo restaurado cuando se volvió a romper. Quizá no había pasado el tiempo necesario o quizá es que no era la persona adecuada. En este párrafo citaré a Sam de The Perks of Being a Wallflower (Las ventajas de ser un marginado) “¿por qué yo y todas las personas a las que quiero elegimos a alguien que nos trata como si no valiésemos nada?”. Aunque como pequeño inciso, sé de una persona que si ha encontrado a la persona que le trata como de verdad merece.
Creo que mi problema es que soy demasiado romántico y pasional. Quizá muy joven para serlo tanto. Y eso, a las otras personas puede llegar a asustarles. Lo siento, pero mi concepción de amor no es pasar de una cama a la otra sin descanso. Para mí el amor es encontrar a aquella persona que rellena tus vacíos, para que de esa forma ambos estemos completos. Creo en el amor y en esa persona especial que hace que te cueste respirar, junto a la que te ves el resto de tus días feliz y con hijos.
También por eso escribo, ya que a mí se me niega esa posibilidad, pongo mi corazón en mis protagonistas y ellos son los ojos de la vida que me gustaría tener. Porque sí, si analizáis con detenimiento a los personajes sobre los que escribo y no veis a Christopher por ninguna parte, tenéis un serio problema. Y si no habéis leído nada de lo que he escrito, tenéis un problema mucho más serio aún.
En la búsqueda de la persona especial me he encontrado ya tantas cosas que ni me sorprendo, pero sí hago un llamamiento a todas las personas y les insto a que cuando no sientan cosas por otra persona lo digan y no la hagan perder el tiempo. Menos aún que la engañen. Una vez más, he aprendido y no doy un paso adelante si no he comprobado que el suelo es un campo verde y no un camino rocoso.
Mentiría si digo que en 2015 no he cumplido ningún sueño, aunque sean menores. He visto una exposición de Eurovisión, he acudido a una fiesta de temática eurovisiva, gracias a mis niñas he podido disfrutar de un concierto en directo de Sweet California, y hacerlo con la que ahora mismo es una de las personas más importante en mi vida. También he podido pasar unos minutos con los chicos de Auryn que son de lo más simpático y dan unos abrazos que te envuelven en su calor. Disfruté como un niño pequeño, ya os dije que a pesar de dejar de lado al niño inocente, sigue en mi corazón. Aunque, el de ver a Ruth Lorenzo en concierto quedó frustrado… Habrá más posibilidades en 2016. Lo sé.
Gran Bretaña, Francia y Alemania… Tres de los países que han marcado mi 2015 aunque no de la forma que me gustaría. Aún así yo me quedo con el buen recuerdo. El intercambio cultural es genial y te das cuenta que eres capaz de mantener conversaciones enteras en una lengua que no es la tuya, lo que resulta gratificante.
Por todo esto el 2015 ha sido para mí un punto de inflexión. He soñado, he vivido, me he equivocado, he madurado y obviado detalles que antes pasaba por alto. Agradezco a todos los que me han dado una parte de sus vidas y sus corazones, amigos, amigas, mi pequeña princesa, mi hermanita ;), mis princesas k-poperas, mi eurovisiva Laurita, la gente del ejército de Merlín, mis Gleeks, los yogurers, el equipo de eurofanweb una vez más,  y a mi gente de internet: Adara de mis amores, Yolanda, Maite, Maribel, Lidia...
Al 2016 le pido seguir escribiendo, seguir mejorando y seguir soñando, sobre todo seguir  soñando. Que 3 historias se conviertan en 5, 10, 30, 100… Bueno, con 3 está bien que mi mente no está tan bien organizada como la de George R. R. Martin. Le pido que me guíe en mi camino, el camino hacia mi destino. Le pido un nuevo complemento a la fuerza y el valor, la posibilidad de seguir creyendo “Don’t Stop Believin”.
Al 2016 le pido una escapadita a Madrid para conocer a Esperanza y algún viaje más, que tengo gente que quiero conocer distribuida por todos los rincones de Europa. Quizá haya escapadita en verano a Galicia… Puede ser.
Al principio hable de 2017. Aunque queda un poco lejos aún, en verano de ese año si tengo la posibilidad iré por primera vez a Londres, y ahora sé que tiene que ser 2017, quizá si se da la posibilidad en 2016 la decline. De la misma manera, 2017 debe ser el año en el que se publique “My Sweet Lover” aunque esto es más una decisión editorial y antes tengo que terminarlo. Christopher Pariente dejará de existir por completo para dar paso a Christopher T. Rodríguez periodista y escritor.
Si seguís conmigo por aquel entonces, sabréis porque  2017. Hasta entonces, me despido deseándoos a todos que tengáis un 2016 y que aquellos que lo quieran compartir conmigo, sepan que mi corazón está abierto.
A menos que lo quieras romper, entonces aparecerá una coraza. O saldré volando como Peter Pan dejándote en el suelo. Una de las dos.


                                                                                                             Christopher T. Rodríguez

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