martes, 10 de febrero de 2015

Reflexión 4: ¿Por qué?

Aquí tenéis esta nueva reflexión. Cuando me da por filosofar salen cosas como esta.

¿POR QUÉ?

¿Nunca os habéis preguntado por qué? ¿Por qué qué? Preguntaréis. El porqué de todo, en definitiva. Desde que soy pequeñito y tengo uso de razón siempre me he sentido raro, apartado o a veces incluso especial (de una manera extraña). Y es que mi forma de ver el mundo no suele ir acorde a la de casi nadie de mi alrededor. Siempre me he definido con la frase 'No sé si es el mundo el que va en contra de mí o soy yo el que va a contracorriente del mundo' y se de alguien que pensará 'deja de hacerte la víctica, y el especial porque eres patético y mediocre' pero me da un poco igual esa opinión, la verdad. ¿Por qué tenemos que seguir todo aquello que la sociedad nos marca? ¿Por qué no darle la vuelta? Empecemos con el tema estrella.
¿Por qué los hombres tienen que enamorarse de mujeres y viceversa? ¿No puede haber simplemente personas que se enamoren de personas? ¿No resulta curioso que la homosexualidad se defina en la adolescencia? Porque aparentemente a todos los niños les gustan los niñas, y vicerversa en la primaria. En la adolescencia empezamos a forjar nuestro carácter y nuestra forma de ser. No obstante, a pesar de lo que piensan aquellas personas que siguen encerradas en el siglo XVII, la homosexualidad ni se elige, ni es una enfermedad, ni se contagia. Es lo más normal del mundo. ¿Acaso repugnáis a personas porque no les guste el tomate? ¿O porque prefieran la merluza al bacalao? Pues esto es exactamente lo mismo. Es una persona que se ha enamorado de otra. ¿De qué te sirve enamorarte del sexo contrario si no te entiendes con esa persona? Es por eso que creo que no debería existir la etiqueta de homosexual o heterosexual. Una persona ha conectado con otra, se entienden y hay amor. ¿No es el amor la acción primaria más bonita del mundo? Dejemos pues que cada uno lo viva a su manera. Además de todo esto, es normal que en algún momento de tu vida te atraiga alguien del mismo sexo o viceversa. O vivir con esa duda de “no sé si me gusta”. Nunca lo sabrás si no lo pruebas. Deja atrás los prejuicios y enamórate. Hombre, mujer, no importa. Lo que importa es que seas feliz con esa persona que tiene todo lo que a ti te falta para ser una persona plena. Alguien que complete tu círculo y alguien cuyo círculo puedas tú completar. Porque solo cuando dos personas se vuelven un solo corazón y sus almas se funden en una, es cuando puedes decir que estás experimentando ese sentimiento llamado amor.
Tenemos que aprender a decir que no a todo lo que nos impongan. ¿Por qué a todos tiene que gustarnos la misma música? Ni yo voy a hacer el vacío a nadie porque le guste más la típica de discoteca, el reggaetón, o lo que sea ni espero que a mí me lo hagan por preferir las versiones acústicas de temas creados por dj’s o la música clásica, indie, algo más calmado y que no a todos gustan. De hecho la gran mayoría de personas lo repugnan. A veces cometemos el error de llamar mierda a lo que a nosotros no nos gusta y poner por encima de todo lo que a nosotros nos parece más atractivo dejando en evidencia lo demás. Ahora pensémoslo de esta manera. Si cada persona del mundo se caracterizase por despertar un extraño gusto por la música clásica, y todo lo demás quedase obsoleto, el mundo sería aburrido. De ahí que sea buena la diversidad. Para que entre todos podamos compartir con los demás nuestros gustos e intercambiar opiniones. No porque una canción sea de un determinado tipo hemos de decir “no me gusta ese tipo de música”. Dale una oportunidad y solo cuando la hayas escuchado podrás juzgarla, para bien o para mal. Pero sé objetivo. Deberíamos aprender a decir “a mí no me gusta” o “no me transmite nada” a directamente llamarlo “mierda” porque a nosotros no nos gusta.
De la misma manera ¿por qué marginar a esas personas que directamente no son igual a nosotros? En mi más sincera opinión lo mejor es la diversidad para todo. Bien es cierto que posiblemente conectemos más con personas que compartan nuestros gustos, o aficiones o que estén un poco a la par de otras. Pero no deberíamos mirar a nadie por encima del hombro cuando todos somos iguales. Nadie es más que el otro. Me parece muy bien que un grupo de chicas interesadas simplemente en su belleza, la ropa y los chicos guapos se junten entre ellas, que un grupo de chicos se una para hablar de fútbol tomar unas cervezas y hablar de que niña de las anteriores tiene las tetas más grandes o a cual se tirarían antes. Pero no debes tachar a nadie de friki, raro o meterte con ellos por el simple hecho de tener gustos diferentes a los tuyos. Una persona con diferentes intereses a los nuestros, habiendo siempre algo en común por nimio que sea, siempre pulirá las carencias que nosotros tengamos. Es confortante, cuanto menos estar en un grupo de personas con intereses comunes pero en los que de vez en cuando cada persona suelta un comentario que ninguno de los demás entiende o que ni siquiera les interesa; o que te llamen pesado porque no dejes de hablar de un tema del que solo tú conoces cosas. Unas personas preferirán pasar su vida de fiesta en fiesta, otras leyendo libros, otras viendo películas, y otras, como yo, filosofando sobre cosas y escribiéndolas para publicarlas en su blog y esperar que los demás lo lean. ¿Qué tal si nos acostumbramos a llamar a esas personas diferentes, pero no raras?
¿Por qué tenemos que llevar uno u otro tipo de ropa? Una de las frases que más odio es “me voy a comprar una de esas sudaderas que se llevan ahora mucho”. Espera un momento. Respira y piensa. Se lleva mucho, me parece muy bien. La cuestión es ¿te gusta a ti? Conozco a más de una persona que se ha comprado un determinado tipo de pantalón, abrigo o lo que sea por el simple hecho de que se llevaba, y la moda es cíclica sí, pero también efímera. Lo que hoy está de moda, mañana puede haber desaparecido, y pasado volverá. Pero usa la ropa porque te guste y no porque se lleva. Si en cuanto deje de llevarse vas a dejar de ponértela no malgastes tu dinero. Como la nueva tradición, tonta y estúpida de tener que salir el día de Nochevieja como si fuese tu propia boda. Y ni se te ocurra llevar algo que sueles usar un sábado normal porque “todo el mundo va bien vestido ¿cómo vas a ir tú hecho un adefesio?”. Me suele importar más bien poco lo que los demás piensen, pero siempre acabamos sucumbiendo a comprarnos una americana, o un vestidito en el que nos dejamos los ahorros de dos meses para algo que te vas a poner ese día y posiblemente quede muerto en tu armario porque es demasiado elegante para un día normal. Sé de más de uno que año tras año se gasta 150 euros en un traje que no se vuelve a poner. Y al año siguiente ni se te ocurra llevar nada de ese conjunto, cómprate uno totalmente nuevo. No puedes repetir ni zapatos, ni americana, ni corbata, ni camisa, ni nada. Somos un poco idiotas, la verdad.
¿Por qué vivimos tan condicionados? ¿Alguien me puede explicar cuál fue el convenio por el que se llegó a la conclusión de que el rosa era un color para niñas y el azul para los niños? Habrá niñas a las que les guste el azul, de la misma forma que habrá niños que les guste el rosa. El gusto que mostramos por las cosas va en nuestro ADN no podemos condicionar a nadie para que le guste una u otra cosa. ¿Por qué los niños han de jugar con Action Man y las niñas con Barbies? No hay ningún mundo en que solo vivan hombres ni tan solo mujeres. Nos necesitamos unos a otros, de una manera o de otra. Los niños deben jugar con cajitas de herramientas y las niñas con cocinitas, planchas y demás utensilios de cocina. Quiero hacer un llamamiento al mundo. Hay hombres que planchan, que sacan a pasear a su hijo, que cocinan; y mujeres que tienen más maña para cambiar un enchufe o una bombilla. Está marcado en nuestros genes y no en si somos un niño o una niña. Estoy ya harto de tanto condicionamiento. Ni las mujeres son el sexo débil, ni los hombres el fuerte. Hay mujeres más fuertes que hombres y viceversa. Que esto, si bien, no sirva de excusa para meternos con aquellos hombres que son agredidos por mujeres. Si un hombre agrede a una mujer puede, o ser un cabrón o un gran campeón que ha conseguido imponerse. Ahora bien si es una mujer la que agrede seguro que es una zorra, puta y el hombre será tachado de maricón o cosas peores. Si tan solo la mitad de personas pensasen durante cinco segundos todo lo que van a decir el mundo iría bastante mejor.
¿Por qué las películas de acción son de chicos y las románticas para chicas? ¿Por qué los hombres no lloran? ¿Por qué las mujeres no deberían conducir? ¿Por qué una mujer con habilidad para la electrónica o derivados ha de ser un machucho y un hombre que cocine tiene que ser gay? ¿Por qué los coches para los hombres y las telas para las mujeres? ¿Por qué las humanidades son para mujeres y las ciencias para los hombres? Y así un largo etcétera.
En vez de estar plateándonos estos porqués deberíamos intentar buscar una explicación científica a las cosas que de verdad deberían importarnos. Pero nuestras vidas están tan vacías que decimos meternos en las de los demás para así criticarlas. Yo he empezado mi cruzada para intentar cambiar el mundo. ¿Me ayudáis vosotros? Sería perfecto un mundo en el que cada persona pudiese hacer una u otra acción sin que el resto le insultase o le mirase por encima del hombro. Hagamos cada uno lo que nos gusta, no critiquemos a los demás y poblaremos un mundo mejor. No con esto estoy incentivando a nadie a cometer crímenes o asesinatos porque “disfruten” haciéndolo. Creo que esas personas tienen algún problema en su mente y deberían tratárselo.
Así que mientras empiezo a huir de esta sociedad inmunda y este mundo podrido, voy a ser yo mismo, le pese a quien le pese, y al que no le guste que no mire. Prefiero ser transparente, un libro abierto, a una persona falsa que solo hace las cosas para agradar a los demás. ¿Te gusta lo que haces? Pues ya está. No digas nada y hazlo.
Y como sé que yo solo no voy a cambiar el mundo, pues me pondré a pensar en otros porqués de la vida. ¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué se caen las hojas de los árboles? ¿Por qué surgen las estaciones? ¿Por qué todo?
¿Por qué?