Aquí tenéis esta nueva reflexión. Cuando me da por filosofar salen cosas como esta.
¿POR QUÉ?
¿Nunca os habéis preguntado por qué? ¿Por qué qué? Preguntaréis.
El porqué de todo, en definitiva. Desde que soy pequeñito y tengo uso de razón
siempre me he sentido raro, apartado o a veces incluso especial (de una manera
extraña). Y es que mi forma de ver el mundo no suele ir acorde a la de casi
nadie de mi alrededor. Siempre me he definido con la frase 'No sé si es el
mundo el que va en contra de mí o soy yo el que va a contracorriente del mundo'
y se de alguien que pensará 'deja de hacerte la víctica, y el especial porque
eres patético y mediocre' pero me da un poco igual esa opinión, la verdad. ¿Por
qué tenemos que seguir todo aquello que la sociedad nos marca? ¿Por qué no
darle la vuelta? Empecemos con el tema estrella.
¿Por
qué los hombres tienen que enamorarse de mujeres y viceversa? ¿No puede haber
simplemente personas que se enamoren de personas? ¿No resulta curioso que la
homosexualidad se defina en la adolescencia? Porque aparentemente a todos los
niños les gustan los niñas, y vicerversa en la primaria. En la adolescencia
empezamos a forjar nuestro carácter y nuestra forma de ser. No obstante, a
pesar de lo que piensan aquellas personas que siguen encerradas en el siglo
XVII, la homosexualidad ni se elige, ni es una enfermedad, ni se contagia. Es
lo más normal del mundo. ¿Acaso repugnáis a personas porque no les guste el
tomate? ¿O porque prefieran la merluza al bacalao? Pues esto es exactamente lo
mismo. Es una persona que se ha enamorado de otra. ¿De qué te sirve enamorarte del
sexo contrario si no te entiendes con esa persona? Es por eso que creo que no
debería existir la etiqueta de homosexual o heterosexual. Una persona ha
conectado con otra, se entienden y hay amor. ¿No es el amor la acción primaria
más bonita del mundo? Dejemos pues que cada uno lo viva a su manera. Además de
todo esto, es normal que en algún momento de tu vida te atraiga alguien del
mismo sexo o viceversa. O vivir con esa duda de “no sé si me gusta”. Nunca lo
sabrás si no lo pruebas. Deja atrás los prejuicios y enamórate. Hombre, mujer,
no importa. Lo que importa es que seas feliz con esa persona que tiene todo lo
que a ti te falta para ser una persona plena. Alguien que complete tu círculo y
alguien cuyo círculo puedas tú completar. Porque solo cuando dos personas se
vuelven un solo corazón y sus almas se funden en una, es cuando puedes decir
que estás experimentando ese sentimiento llamado amor.
Tenemos
que aprender a decir que no a todo lo que nos impongan. ¿Por qué a todos tiene
que gustarnos la misma música? Ni yo voy a hacer el vacío a nadie porque le
guste más la típica de discoteca, el reggaetón, o lo que sea ni espero que a mí
me lo hagan por preferir las versiones acústicas de temas creados por dj’s o la
música clásica, indie, algo más calmado y que no a todos gustan. De hecho la
gran mayoría de personas lo repugnan. A veces cometemos el error de llamar mierda
a lo que a nosotros no nos gusta y poner por encima de todo lo que a nosotros nos
parece más atractivo dejando en evidencia lo demás. Ahora pensémoslo de esta
manera. Si cada persona del mundo se caracterizase por despertar un extraño
gusto por la música clásica, y todo lo demás quedase obsoleto, el mundo sería
aburrido. De ahí que sea buena la diversidad. Para que entre todos podamos
compartir con los demás nuestros gustos e intercambiar opiniones. No porque una
canción sea de un determinado tipo hemos de decir “no me gusta ese tipo de
música”. Dale una oportunidad y solo cuando la hayas escuchado podrás juzgarla,
para bien o para mal. Pero sé objetivo. Deberíamos aprender a decir “a mí no me
gusta” o “no me transmite nada” a directamente llamarlo “mierda” porque a
nosotros no nos gusta.
De la
misma manera ¿por qué marginar a esas personas que directamente no son igual a
nosotros? En mi más sincera opinión lo mejor es la diversidad para todo. Bien
es cierto que posiblemente conectemos más con personas que compartan nuestros
gustos, o aficiones o que estén un poco a la par de otras. Pero no deberíamos
mirar a nadie por encima del hombro cuando todos somos iguales. Nadie es más
que el otro. Me parece muy bien que un grupo de chicas interesadas simplemente
en su belleza, la ropa y los chicos guapos se junten entre ellas, que un grupo
de chicos se una para hablar de fútbol tomar unas cervezas y hablar de que niña
de las anteriores tiene las tetas más grandes o a cual se tirarían antes. Pero
no debes tachar a nadie de friki, raro o meterte con ellos por el simple hecho
de tener gustos diferentes a los tuyos. Una persona con diferentes intereses a
los nuestros, habiendo siempre algo en común por nimio que sea, siempre pulirá
las carencias que nosotros tengamos. Es confortante, cuanto menos estar en un
grupo de personas con intereses comunes pero en los que de vez en cuando cada
persona suelta un comentario que ninguno de los demás entiende o que ni
siquiera les interesa; o que te llamen pesado porque no dejes de hablar de un
tema del que solo tú conoces cosas. Unas personas preferirán pasar su vida de
fiesta en fiesta, otras leyendo libros, otras viendo películas, y otras, como
yo, filosofando sobre cosas y escribiéndolas para publicarlas en su blog y
esperar que los demás lo lean. ¿Qué tal si nos acostumbramos a llamar a esas
personas diferentes, pero no raras?
¿Por
qué tenemos que llevar uno u otro tipo de ropa? Una de las frases que más odio
es “me voy a comprar una de esas sudaderas que se llevan ahora mucho”. Espera
un momento. Respira y piensa. Se lleva mucho, me parece muy bien. La cuestión
es ¿te gusta a ti? Conozco a más de una persona que se ha comprado un
determinado tipo de pantalón, abrigo o lo que sea por el simple hecho de que se
llevaba, y la moda es cíclica sí, pero también efímera. Lo que hoy está de
moda, mañana puede haber desaparecido, y pasado volverá. Pero usa la ropa
porque te guste y no porque se lleva. Si en cuanto deje de llevarse vas a dejar
de ponértela no malgastes tu dinero. Como la nueva tradición, tonta y estúpida
de tener que salir el día de Nochevieja como si fuese tu propia boda. Y ni se
te ocurra llevar algo que sueles usar un sábado normal porque “todo el mundo va
bien vestido ¿cómo vas a ir tú hecho un adefesio?”. Me suele importar más bien
poco lo que los demás piensen, pero siempre acabamos sucumbiendo a comprarnos
una americana, o un vestidito en el que nos dejamos los ahorros de dos meses
para algo que te vas a poner ese día y posiblemente quede muerto en tu armario
porque es demasiado elegante para un día normal. Sé de más de uno que año tras
año se gasta 150 euros en un traje que no se vuelve a poner. Y al año siguiente
ni se te ocurra llevar nada de ese conjunto, cómprate uno totalmente nuevo. No
puedes repetir ni zapatos, ni americana, ni corbata, ni camisa, ni nada. Somos
un poco idiotas, la verdad.
¿Por
qué vivimos tan condicionados? ¿Alguien me puede explicar cuál fue el convenio
por el que se llegó a la conclusión de que el rosa era un color para niñas y el
azul para los niños? Habrá niñas a las que les guste el azul, de la misma forma
que habrá niños que les guste el rosa. El gusto que mostramos por las cosas va
en nuestro ADN no podemos condicionar a nadie para que le guste una u otra
cosa. ¿Por qué los niños han de jugar con Action Man y las niñas con Barbies?
No hay ningún mundo en que solo vivan hombres ni tan solo mujeres. Nos
necesitamos unos a otros, de una manera o de otra. Los niños deben jugar con
cajitas de herramientas y las niñas con cocinitas, planchas y demás utensilios
de cocina. Quiero hacer un llamamiento al mundo. Hay hombres que planchan, que
sacan a pasear a su hijo, que cocinan; y mujeres que tienen más maña para
cambiar un enchufe o una bombilla. Está marcado en nuestros genes y no en si
somos un niño o una niña. Estoy ya harto de tanto condicionamiento. Ni las
mujeres son el sexo débil, ni los hombres el fuerte. Hay mujeres más fuertes que
hombres y viceversa. Que esto, si bien, no sirva de excusa para meternos con
aquellos hombres que son agredidos por mujeres. Si un hombre agrede a una mujer
puede, o ser un cabrón o un gran campeón que ha conseguido imponerse. Ahora
bien si es una mujer la que agrede seguro que es una zorra, puta y el hombre
será tachado de maricón o cosas peores. Si tan solo la mitad de personas
pensasen durante cinco segundos todo lo que van a decir el mundo iría bastante
mejor.
¿Por
qué las películas de acción son de chicos y las románticas para chicas? ¿Por
qué los hombres no lloran? ¿Por qué las mujeres no deberían conducir? ¿Por qué
una mujer con habilidad para la electrónica o derivados ha de ser un machucho y
un hombre que cocine tiene que ser gay? ¿Por qué los coches para los hombres y
las telas para las mujeres? ¿Por qué las humanidades son para mujeres y las
ciencias para los hombres? Y así un largo etcétera.
En
vez de estar plateándonos estos porqués deberíamos intentar buscar una
explicación científica a las cosas que de verdad deberían importarnos. Pero
nuestras vidas están tan vacías que decimos meternos en las de los demás para
así criticarlas. Yo he empezado mi cruzada para intentar cambiar el mundo. ¿Me
ayudáis vosotros? Sería perfecto un mundo en el que cada persona pudiese hacer
una u otra acción sin que el resto le insultase o le mirase por encima del
hombro. Hagamos cada uno lo que nos gusta, no critiquemos a los demás y
poblaremos un mundo mejor. No con esto estoy incentivando a nadie a cometer crímenes
o asesinatos porque “disfruten” haciéndolo. Creo que esas personas tienen algún
problema en su mente y deberían tratárselo.
Así
que mientras empiezo a huir de esta sociedad inmunda y este mundo podrido, voy
a ser yo mismo, le pese a quien le pese, y al que no le guste que no mire.
Prefiero ser transparente, un libro abierto, a una persona falsa que solo hace
las cosas para agradar a los demás. ¿Te gusta lo que haces? Pues ya está. No
digas nada y hazlo.
Y
como sé que yo solo no voy a cambiar el mundo, pues me pondré a pensar en otros
porqués de la vida. ¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué se caen las hojas de
los árboles? ¿Por qué surgen las estaciones? ¿Por qué todo?
¿Por
qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario